AQUELLOS MARINEROS JUBILADOS
Filosofaba aquel marinero jubilado, con dos compañeros amigos suyos de toda su vida, y en la conversación afloraban signos de ver la muerte más cercana cada día. Comentaba en sus palabras. Estamos en primera fila, este amigo que se acaba de marchar al otro mundo, ya lo decía hace algún tiempo, esta conversación era a la salida del cementerio de Puentedeume, y los dos compañeros amigos le hacían con la cabeza su signo de entenderlo a tope, En sus palabras flotaba la verdad de la vida, cuando una persona se va llenando de años, y va viendo como sus fuerzas se van perdiendo poco a poco, la bajada desde el Campo Santo hasta el Puente, fue un razonamiento de lo que te espera cuando ya estás en los ochenta años, y vas viendo desfilar a las personas de tu misma edad, que parecían que les sobraba la salud hace algún tiempo. No quedaba más que decir, los tres amigos y antiguos compañeros en el mar, que nunca parecía la muerte asustarles, esa tarde se les llenaban sus conciencias de saber que la verdad supera la ficción, que esa primera fila está dispuesta a llegar al final de su viaje, que todavía puede alargarse más, pero en cualquier momento el corazón se niega y se acaba el recorrido sin darte tiempo a pensarlo, Los tres marineros filósofos, los tres pensando lo mismo, lo cerca que está el abismo y llegaron a el sin darse apenas cuenta. Parece ser que en el camino pararon a tomar algo, la cafetería los animo un poco, y entre suspiros comentaron los tres. Que el día que nos llegue ese final, sea corto y si nos coje durmiendo mucho mejor, no tendremos que pasar horribles dolores, de los que te dejan machacado, el final nunca lo conoceremos, ni sabemos cómo nos llegará, solo sabemos que estamos en la primera fila de despedirnos, y hay que seguir pensando que al final siempre nos marcharemos, Ya lo dijo el poeta, León Felipe, Camino, Galicia. Aquí no queda ni dios, porque le mataron. G X Cantalapiedra.
Filosofaba aquel marinero jubilado, con dos compañeros amigos suyos de toda su vida, y en la conversación afloraban signos de ver la muerte más cercana cada día. Comentaba en sus palabras. Estamos en primera fila, este amigo que se acaba de marchar al otro mundo, ya lo decía hace algún tiempo, esta conversación era a la salida del cementerio de Puentedeume, y los dos compañeros amigos le hacían con la cabeza su signo de entenderlo a tope, En sus palabras flotaba la verdad de la vida, cuando una persona se va llenando de años, y va viendo como sus fuerzas se van perdiendo poco a poco, la bajada desde el Campo Santo hasta el Puente, fue un razonamiento de lo que te espera cuando ya estás en los ochenta años, y vas viendo desfilar a las personas de tu misma edad, que parecían que les sobraba la salud hace algún tiempo. No quedaba más que decir, los tres amigos y antiguos compañeros en el mar, que nunca parecía la muerte asustarles, esa tarde se les llenaban sus conciencias de saber que la verdad supera la ficción, que esa primera fila está dispuesta a llegar al final de su viaje, que todavía puede alargarse más, pero en cualquier momento el corazón se niega y se acaba el recorrido sin darte tiempo a pensarlo, Los tres marineros filósofos, los tres pensando lo mismo, lo cerca que está el abismo y llegaron a el sin darse apenas cuenta. Parece ser que en el camino pararon a tomar algo, la cafetería los animo un poco, y entre suspiros comentaron los tres. Que el día que nos llegue ese final, sea corto y si nos coje durmiendo mucho mejor, no tendremos que pasar horribles dolores, de los que te dejan machacado, el final nunca lo conoceremos, ni sabemos cómo nos llegará, solo sabemos que estamos en la primera fila de despedirnos, y hay que seguir pensando que al final siempre nos marcharemos, Ya lo dijo el poeta, León Felipe, Camino, Galicia. Aquí no queda ni dios, porque le mataron. G X Cantalapiedra.