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PONTEDEUME: SE HIZO NOCHE EN EL CAMINO...

SE HIZO NOCHE EN EL CAMINO
Desde Puentedeume hasta Miño se hizo noche en el camino, por el viajaban en un carro de varas con toldo una familia, que se dedicaba a la venta ambulante. Era en el mes de octubre en los años primeros del siglo XX, la lluvia empezó a caer casi nada más salir de Puentedeume, y unos ratos era llover, y otros ratos una niebla que no dejaba ver ni siquiera con el farol de dicho carro, el camino hoy carretera de curvas algunas peligrosas. El matrimonio tuvo momentos de miedo, pero su acémila o mula, parece ser que no sentía temor al tiempo, ya que iba cubierta parte de su cuerpo, con una piel de vaca curtida, que impedía que su cuerpo no se mojara, la temperatura era baja, y los ánimos de este matrimonio no muy altos, siguieron el camino que marcha por las orillas del Mar Cantábrico, y la Ría de Betanzos, hubo momentos de lluvia fuerte, y el agua sonaba en el toldo metiendo mucho ruido en la noche infernal, digamos que todo el camino fue una constante lluvia y niebla cerrada, cuando el matrimonio llegó a Miño, el agua entraba en el carro, y su toldo no era capaz de detener tan grande lluvia, Aquella noche el matrimonio no pudo dormir nada, todo la noche era comentar aquel viaje por la costa gallega, el frío y el miedo a poder volcar al no ver el camino o carretera. Pensaban y hablaban, no debemos salir de viaje tan de noche, ni el farol alumbra lo suficiente, ni la mula puede ver el camino por donde va pisando, esto de esta noche fue una locura, hubiera sido preferible dormir en una posada en Puentedeume, la mula y el carro lo hubieran agradecido, y la fruta que llevamos no se hubiera puesto mala, debemos de tomar nota, y no repetir el mismo fallo. Estas palabras fueron como normas a seguir, no solo por el matrimonio, si no por muchos vendedores ambulantes que pisaron los caminos gallegos en noches de tempestades asombrosas. Como la que ellos llevarían para el resto de su vida grabada. NO SIRVE EL DEPENDE. G X Cantalapiedra.