AHORA QUE PASARON MUCHOS AÑOS
Mirando al horizonte voy pensando, que mi infancia pase sin sobresaltos, encontrando algún viejo resorte que me impidiera soltar tremendos llantos. No queriendo ser esclavo de aquel tiempo, entre frases que nunca has olvidado, me asustaba tener que ser él necio que buscase un camino dislocado. Me dijeron olvida las razones el dinero te deja condenado, anulando mis buenas intenciones de sentirme en la noche iluminado. Entre sombras de noches turbulentas, como el viento que olvida su calvario, donde brillan las dudas que se aumentan y en tu mente te sientes solidario. Ahora que pasaron muchos años, las razones ocupan mi sendero, me pregunto si yo subí peldaños o me siento quizá un aventurero. Contestando a mi pobre conciencia que pregunta por mi signo solidario, es posible que nunca vi la ciencia caminando muchas horas a diario. Me confieso que no tuve temores, entre brisas de sueños despistados, en mi rumbo sintiendo los clamores de otros vientos que no fueron llamados, No preciso sentirme penitente, ni esperando llegar a otro remanso, voy sintiendo los ecos de la gente voy pensando si existe toro manso. El mañana marcando la salida, de un camino que nunca has olvidado, hablan mucho de la conciencia erguida mientras queda tu nombre marginado. Cuando piso Galicia me pregunto, si es posible que me sienta iluminado, en la noche a veces bien me asusto al sentirme quizá muy despistado. Entre nieblas circulo sin temores, por caminos que mandan los olvidos, nunca siento trompetas ni clamores ni pregunto por sueños deprimidos. Entre rías de grandes pescadores voy mirando las luces de agonía, no pregunto si existen los señores que derrochan su buena simpatía. Por La Ría del Ume corre el viento, y presiento su buena melodía, no me agrada notar los sufrimientos esperando que llegue el nuevo día. Esperando que brillen las estrellas por los altos andamios de Galicia, soñaremos con esas noches bellas donde el hombre va buscando fantasía. G X Cantalapiedra.
Mirando al horizonte voy pensando, que mi infancia pase sin sobresaltos, encontrando algún viejo resorte que me impidiera soltar tremendos llantos. No queriendo ser esclavo de aquel tiempo, entre frases que nunca has olvidado, me asustaba tener que ser él necio que buscase un camino dislocado. Me dijeron olvida las razones el dinero te deja condenado, anulando mis buenas intenciones de sentirme en la noche iluminado. Entre sombras de noches turbulentas, como el viento que olvida su calvario, donde brillan las dudas que se aumentan y en tu mente te sientes solidario. Ahora que pasaron muchos años, las razones ocupan mi sendero, me pregunto si yo subí peldaños o me siento quizá un aventurero. Contestando a mi pobre conciencia que pregunta por mi signo solidario, es posible que nunca vi la ciencia caminando muchas horas a diario. Me confieso que no tuve temores, entre brisas de sueños despistados, en mi rumbo sintiendo los clamores de otros vientos que no fueron llamados, No preciso sentirme penitente, ni esperando llegar a otro remanso, voy sintiendo los ecos de la gente voy pensando si existe toro manso. El mañana marcando la salida, de un camino que nunca has olvidado, hablan mucho de la conciencia erguida mientras queda tu nombre marginado. Cuando piso Galicia me pregunto, si es posible que me sienta iluminado, en la noche a veces bien me asusto al sentirme quizá muy despistado. Entre nieblas circulo sin temores, por caminos que mandan los olvidos, nunca siento trompetas ni clamores ni pregunto por sueños deprimidos. Entre rías de grandes pescadores voy mirando las luces de agonía, no pregunto si existen los señores que derrochan su buena simpatía. Por La Ría del Ume corre el viento, y presiento su buena melodía, no me agrada notar los sufrimientos esperando que llegue el nuevo día. Esperando que brillen las estrellas por los altos andamios de Galicia, soñaremos con esas noches bellas donde el hombre va buscando fantasía. G X Cantalapiedra.