AQUEL HOMBRE GRITO, VOLVERÉ.
Eran fechas de primeros de noviembre de hace unos años, y aquel hombre gallego se moría en una soledad tremenda, llevaba varias semanas en su cama, y su esposa más joven que él quería que se levantara a diario, sin hijos el matrimonio hacia aguas, y aquella esposa heredera de su marido con todas sus propiedades, estaba harta de su forma de vida y su egoísmo, y el marido con tan mala enfermedad se iba agotando, su fuerza era imposible de protestar, aunque veía que la esposa pasaba de él tranquilamente, el hombre una noche de esas lluviosas de la Galicia entre rías, la dijo a su esposa, “te estas portando muy mal conmigo, no te mereces nada de mis propiedades, y cuando muera volveré como si fuera un fantasma a pedirte cuentas”. En pocos días el hombre fallecía, y la esposa se sentía libre para hacer con su vida lo que quisiera, más las noches lluviosas y con ruidos extraños en Galicia dejan muchos sobresaltos, y esta mujer veía en sueños a su marido cuando gritando la dijo que se moría en soledad, Al despertarse de tan mal sueño, quiso borrar aquellas palabras de su marido ya muerto, no se marchaban de su mente, y termino levantándose de la cama y llegando al mueble bar, para beber bebidas alcohólicas, haciendo mezcla. La mujer volvió a su cama pero el efecto del alcohol no paraba, y sobre la misma cama donde él marido dijo adiós a la vida, notaba como todo la daba vueltas, y escuchaba la voz del marido que la pedía cuentas, intento encender la luz del dormitorio, pero se ve que la lluvia producía una avería normal, y temblaba de miedo al escuchar cada vez más cerca aquella voz, que la decía lo que aquella noche le sirvió de despedida. La mujer temblando y dando quiebros llegó hasta la cómoda donde tenía velas y cerillas, pero no era capaz de encender dicha vela. Y se cayó al suelo del dormitorio entre vómitos del efecto del alcohol, donde parece que estuvo sin conocimiento bastante tiempo, cuando recupero su estado normal, no sabia si estaba viva o en el cementerio con su esposo. Aquella experiencia la dejo sumergida en una depresión por causa del dinero, Aunque parece ser que él fantasma del marido se la aparece de vez en cuando, y siempre por la noche recordándola sus palabras que ella a nadie le contó. G X Cantalapiedra.
Eran fechas de primeros de noviembre de hace unos años, y aquel hombre gallego se moría en una soledad tremenda, llevaba varias semanas en su cama, y su esposa más joven que él quería que se levantara a diario, sin hijos el matrimonio hacia aguas, y aquella esposa heredera de su marido con todas sus propiedades, estaba harta de su forma de vida y su egoísmo, y el marido con tan mala enfermedad se iba agotando, su fuerza era imposible de protestar, aunque veía que la esposa pasaba de él tranquilamente, el hombre una noche de esas lluviosas de la Galicia entre rías, la dijo a su esposa, “te estas portando muy mal conmigo, no te mereces nada de mis propiedades, y cuando muera volveré como si fuera un fantasma a pedirte cuentas”. En pocos días el hombre fallecía, y la esposa se sentía libre para hacer con su vida lo que quisiera, más las noches lluviosas y con ruidos extraños en Galicia dejan muchos sobresaltos, y esta mujer veía en sueños a su marido cuando gritando la dijo que se moría en soledad, Al despertarse de tan mal sueño, quiso borrar aquellas palabras de su marido ya muerto, no se marchaban de su mente, y termino levantándose de la cama y llegando al mueble bar, para beber bebidas alcohólicas, haciendo mezcla. La mujer volvió a su cama pero el efecto del alcohol no paraba, y sobre la misma cama donde él marido dijo adiós a la vida, notaba como todo la daba vueltas, y escuchaba la voz del marido que la pedía cuentas, intento encender la luz del dormitorio, pero se ve que la lluvia producía una avería normal, y temblaba de miedo al escuchar cada vez más cerca aquella voz, que la decía lo que aquella noche le sirvió de despedida. La mujer temblando y dando quiebros llegó hasta la cómoda donde tenía velas y cerillas, pero no era capaz de encender dicha vela. Y se cayó al suelo del dormitorio entre vómitos del efecto del alcohol, donde parece que estuvo sin conocimiento bastante tiempo, cuando recupero su estado normal, no sabia si estaba viva o en el cementerio con su esposo. Aquella experiencia la dejo sumergida en una depresión por causa del dinero, Aunque parece ser que él fantasma del marido se la aparece de vez en cuando, y siempre por la noche recordándola sus palabras que ella a nadie le contó. G X Cantalapiedra.