Cuenta la leyenda que a esta playa iban las brujas las noches de verano. Allí se reunian con el demonio en forma de macho cabrío y, en torno a una hoguera, cantaban: "Lunes, Martes y Miércoles, tres; Jueves, Viernes y Sábado seis". Entonces el demonio le quitaba la joroba a todas.
Continúa la leyenda diciendo que un lugareño se acercó una noche y, escondido tras un tojo, se dispuso a contemplar el espectáculo. Como todas las noches, las brujas cantaban "Lunes, Martes y Miércoles, tres; Jueves, Viernes y Sábado, seis". En aquel momento, el lugareño se puso en pie y alzando la voz gritó: "Y Domingo siete". Entonces el diablo irritado lo agarró por el cuello y le plantó las trece jorobas que acababa de quitar a las brujas.
Continúa la leyenda diciendo que un lugareño se acercó una noche y, escondido tras un tojo, se dispuso a contemplar el espectáculo. Como todas las noches, las brujas cantaban "Lunes, Martes y Miércoles, tres; Jueves, Viernes y Sábado, seis". En aquel momento, el lugareño se puso en pie y alzando la voz gritó: "Y Domingo siete". Entonces el diablo irritado lo agarró por el cuello y le plantó las trece jorobas que acababa de quitar a las brujas.