Portosín está muerto desde hace tiempo, es una especie de Portonovo en escala menor: de ser un pueblo pesquero y acogedor ha pasado a ser un pueblo demasiado bullicioso y perturbador en verano. Si buscas tranquilidad y belleza, no la encontrarás en Portosín. La playa está bien, pero el entorno urbano es arquitectónicamente mediocre y monótono, aparte de que su desarrollo progresa a un ritmo incesante sin ton ni son, restándole la poca belleza que le podría quedar a este pueblo. La afluencia de la gente "cool" del interior de Galicia ha destrozado el ambiente pacífico de este pueblo que en verano no es más que un conjunto de jóvenes e intoxicaciones etílicas.