LAS MEIGAS ESTÁN PRESENTES
En tierras de esta Galicia
donde los verdes se pierden,
conocerás la primicia
de terrenos que se venden.
Soledades campesinas
entre eucaliptos perennes,
con sus preciosas colinas
que a veces tienen vaivenes.
Piensas en tiempos de brujas,
de aquelarres que enmudecen,
y en la mente las estrujas
al ver que en la tierra crecen.
Esta Galicia Profunda
de leyendas y reveses,
nota como se fecunda
la ley de sus intereses.
Meigas que llenan el monte
de pensamientos inciertos,
penas con cierto resorte
cuando recuerda a sus muertos.
Brisas en la noche oscura
con mañanas imprevistas,
aires que dejan locura
en las más bonitas vistas.
Las meigas como testigos
entre brisas heladoras,
a veces son los castigos
de las gentes ahorradoras.
Entre rías espaciosas
y montes que son cautivos,
crecen tranquilas las rosas
para alegrar los festivos.
G X Cantalapiedra.
En tierras de esta Galicia
donde los verdes se pierden,
conocerás la primicia
de terrenos que se venden.
Soledades campesinas
entre eucaliptos perennes,
con sus preciosas colinas
que a veces tienen vaivenes.
Piensas en tiempos de brujas,
de aquelarres que enmudecen,
y en la mente las estrujas
al ver que en la tierra crecen.
Esta Galicia Profunda
de leyendas y reveses,
nota como se fecunda
la ley de sus intereses.
Meigas que llenan el monte
de pensamientos inciertos,
penas con cierto resorte
cuando recuerda a sus muertos.
Brisas en la noche oscura
con mañanas imprevistas,
aires que dejan locura
en las más bonitas vistas.
Las meigas como testigos
entre brisas heladoras,
a veces son los castigos
de las gentes ahorradoras.
Entre rías espaciosas
y montes que son cautivos,
crecen tranquilas las rosas
para alegrar los festivos.
G X Cantalapiedra.