SADA, LADERAS LLENAS DE VIDA
En La Galicia Profunda
entre brisas marineras,
bajo sus sombras abunda
muchas promesas de esperas.
Sada, sin ningún complejo
va perfilando el futuro,
en su mar se ve el espejo
de algún navegar oscuro.
Laderas que son razones
de un paisaje costumbrista,
que alegra los corazones
con sus verdes optimistas.
Calles que marcan paisajes
entre rías y horizontes,
casas que tienen anclajes
en laderas de sus montes.
Buscando las grandes nieblas
de estas costas deprimidas,
al mirar a veces tiemblas
viendo arboledas erguidas.
Lugares llenos de vida
que tienen carácter propio,
y alguna senda elegida
digna de algún telescopio.
Es la Galicia de siempre
con sus rasgos marineros,
gente que nunca se pierde
con sueños de aventureros.
Cuando la noche regresa
sobre sus calles preciosas,
en Sada jamás te pesa
pisar laderas gozosas.
En Sada corren los vientos
dejando huellas perennes,
que alivian los sufrimientos
envueltos entre vaivenes.
G X Cantalapiedra.
En La Galicia Profunda
entre brisas marineras,
bajo sus sombras abunda
muchas promesas de esperas.
Sada, sin ningún complejo
va perfilando el futuro,
en su mar se ve el espejo
de algún navegar oscuro.
Laderas que son razones
de un paisaje costumbrista,
que alegra los corazones
con sus verdes optimistas.
Calles que marcan paisajes
entre rías y horizontes,
casas que tienen anclajes
en laderas de sus montes.
Buscando las grandes nieblas
de estas costas deprimidas,
al mirar a veces tiemblas
viendo arboledas erguidas.
Lugares llenos de vida
que tienen carácter propio,
y alguna senda elegida
digna de algún telescopio.
Es la Galicia de siempre
con sus rasgos marineros,
gente que nunca se pierde
con sueños de aventureros.
Cuando la noche regresa
sobre sus calles preciosas,
en Sada jamás te pesa
pisar laderas gozosas.
En Sada corren los vientos
dejando huellas perennes,
que alivian los sufrimientos
envueltos entre vaivenes.
G X Cantalapiedra.