GALICIA MIRANDO AL MAR
Los fríos corren Galicia
con sus fuertes vendavales,
que nunca serán primicia
y mucho menos normales.
Enero deja sus huellas
de nieves sobre los montes,
con vistas que son tan bellas
que hacen perfectos resortes.
El mar marcando su fuerza
con sus olas rompedoras,
aunque el marino se esfuerza
son complicadas sus horas.
Las olas dejan temblores
sobre la marinería,
y su fuerza da temores
que rompe con la alegría.
Campos bellos de Galicia
que son tierra de ilusiones,
miran al mar con delicia
de vivir grandes pasiones.
Costas llenas de paisajes
envueltas entre neblinas,
Galicia de verdes trajes
que adornan a sus colinas.
Vientos que vienen del norte
azotando a sus marismas,
sus fuerzas sin pasaporte
dejan marcadas sus cimas.
Galicia de sentimientos
con costas que no se olvidan,
el mar marca los alientos
aunque sus gentes lo cuidan.
Brisas marcando veredas,
costas que siempre se miran,
Galicia tiene sus sendas
que hasta en verano se admiran.
G X Cantalapiedra.
Los fríos corren Galicia
con sus fuertes vendavales,
que nunca serán primicia
y mucho menos normales.
Enero deja sus huellas
de nieves sobre los montes,
con vistas que son tan bellas
que hacen perfectos resortes.
El mar marcando su fuerza
con sus olas rompedoras,
aunque el marino se esfuerza
son complicadas sus horas.
Las olas dejan temblores
sobre la marinería,
y su fuerza da temores
que rompe con la alegría.
Campos bellos de Galicia
que son tierra de ilusiones,
miran al mar con delicia
de vivir grandes pasiones.
Costas llenas de paisajes
envueltas entre neblinas,
Galicia de verdes trajes
que adornan a sus colinas.
Vientos que vienen del norte
azotando a sus marismas,
sus fuerzas sin pasaporte
dejan marcadas sus cimas.
Galicia de sentimientos
con costas que no se olvidan,
el mar marca los alientos
aunque sus gentes lo cuidan.
Brisas marcando veredas,
costas que siempre se miran,
Galicia tiene sus sendas
que hasta en verano se admiran.
G X Cantalapiedra.