VOLVERÉ DE NUEVO A SADA
Entre brisas veraniegas
y palabras recordadas,
aunque las nubes despliegan
hay fechas que son soñadas.
Sada la llevo conmigo,
en mis tardes encantadas,
“El Desguace” es fiel amigo
al ver pasiones guardadas.
Sada conserva su ritmo
entre música cuidada,
y jamás ves un abismo
que puede decirte nada.
Las ilusiones despiertan
dando a las tardes entradas,
y el corazón marcha alerta
entre frases anheladas.
Esta Galicia de calma
que sabe de mar y cielo,
es una tierra con alma
que puede darte consuelo.
Sada de grandes paisajes
en sus tardes de verano,
sin penas ni vasallajes
el gallego es más humano.
El mar se siente en su ría
con sus señas marineras,
en alguna noche fría
ves gentes aventureras.
Es la Sada de Galicia
una ciudad marinera,
que puede darte primicia
al llegar la primavera.
Entre las brisas gallegas
de la ría de Betanzos,
las olas a veces pliegan
sin entender de sus pazos.
G X Cantalapiedra.
Entre brisas veraniegas
y palabras recordadas,
aunque las nubes despliegan
hay fechas que son soñadas.
Sada la llevo conmigo,
en mis tardes encantadas,
“El Desguace” es fiel amigo
al ver pasiones guardadas.
Sada conserva su ritmo
entre música cuidada,
y jamás ves un abismo
que puede decirte nada.
Las ilusiones despiertan
dando a las tardes entradas,
y el corazón marcha alerta
entre frases anheladas.
Esta Galicia de calma
que sabe de mar y cielo,
es una tierra con alma
que puede darte consuelo.
Sada de grandes paisajes
en sus tardes de verano,
sin penas ni vasallajes
el gallego es más humano.
El mar se siente en su ría
con sus señas marineras,
en alguna noche fría
ves gentes aventureras.
Es la Sada de Galicia
una ciudad marinera,
que puede darte primicia
al llegar la primavera.
Entre las brisas gallegas
de la ría de Betanzos,
las olas a veces pliegan
sin entender de sus pazos.
G X Cantalapiedra.