POR LOS CAMINOS GALLEGOS.
Correr caminos y valles
por las sendas de Galicia,
sintiendo ciertos detalles
que nunca darán delicia.
Laderas que son vergeles
llenas de sabia armonía,
pinturas que son laureles
en tierra de fantasía.
Misterios tienen sus montes
con la nostalgia sentida,
Galicia tiene resortes
que nunca trazan herida.
No son meigas los traidores
que rompen con su alegría,
suelen ser los malhechores
que no saben de alegría.
Los caminos de Galicia
tienen mucho de nostalgia,
y sus verdes son primicia
de sus senderos de magia.
Las meigas no quitan vidas,
ni rompen las esperanzas,
tan poco trazan heridas
que puedan dar destemplanzas.
Los malvados de la noche,
hombres con penosa raza,
debieran ponerles broche
para anular su mal baza.
Como lobos solitarios
que suelen romper el alma,
van ofreciendo calvarios
y a la vez exigen calma.
No son meigas de Galicia,
son gentes de mala traza,
que a la sociedad desquicia
en cualquier bonita plaza.
G X Cantalapiedra.
Correr caminos y valles
por las sendas de Galicia,
sintiendo ciertos detalles
que nunca darán delicia.
Laderas que son vergeles
llenas de sabia armonía,
pinturas que son laureles
en tierra de fantasía.
Misterios tienen sus montes
con la nostalgia sentida,
Galicia tiene resortes
que nunca trazan herida.
No son meigas los traidores
que rompen con su alegría,
suelen ser los malhechores
que no saben de alegría.
Los caminos de Galicia
tienen mucho de nostalgia,
y sus verdes son primicia
de sus senderos de magia.
Las meigas no quitan vidas,
ni rompen las esperanzas,
tan poco trazan heridas
que puedan dar destemplanzas.
Los malvados de la noche,
hombres con penosa raza,
debieran ponerles broche
para anular su mal baza.
Como lobos solitarios
que suelen romper el alma,
van ofreciendo calvarios
y a la vez exigen calma.
No son meigas de Galicia,
son gentes de mala traza,
que a la sociedad desquicia
en cualquier bonita plaza.
G X Cantalapiedra.