SADA SIGUE SIENDO UNA TIERRA DESEADA
Los vientos dejan sus huellas
con sus grandes tempestades,
en Sada se ven estrellas
que arrastran ciertas verdades.
Cuando los sueños persisten
buscando las libertades,
hay senderos que resisten
entre muchas falsedades.
Quien sabe de las pasiones
que Sada lleva en su centro,
conoce las sensaciones
del humano mar adentro.
Entre las brisas marinas
y sus pazos encantados,
Sada tiene las colinas
que son lugares soñados.
Rompiendo con las amarras
de otros tiempos ya pasados,
Sada no quiere ver garras
ni otros pasos condenados.
La belleza de sus casas
en las laderas altivas,
con los brillos que no cansan
luciendo en horas festivas.
Sada, esa ciudad deseada
que se nota desde Miño,
es bonita y muy cuidada
y sabe que es el cariño.
Marineros de leyenda
en Sada fueron formados,
y en Galicia hicieron senda
con sus barcos tripulados.
Sada de bellos caminos,
Sada repleta de amores,
en Sada se ven destinos
que los envidian las flores.
G X Cantalapiedra.
Los vientos dejan sus huellas
con sus grandes tempestades,
en Sada se ven estrellas
que arrastran ciertas verdades.
Cuando los sueños persisten
buscando las libertades,
hay senderos que resisten
entre muchas falsedades.
Quien sabe de las pasiones
que Sada lleva en su centro,
conoce las sensaciones
del humano mar adentro.
Entre las brisas marinas
y sus pazos encantados,
Sada tiene las colinas
que son lugares soñados.
Rompiendo con las amarras
de otros tiempos ya pasados,
Sada no quiere ver garras
ni otros pasos condenados.
La belleza de sus casas
en las laderas altivas,
con los brillos que no cansan
luciendo en horas festivas.
Sada, esa ciudad deseada
que se nota desde Miño,
es bonita y muy cuidada
y sabe que es el cariño.
Marineros de leyenda
en Sada fueron formados,
y en Galicia hicieron senda
con sus barcos tripulados.
Sada de bellos caminos,
Sada repleta de amores,
en Sada se ven destinos
que los envidian las flores.
G X Cantalapiedra.