Sada no te sientas olvidada, eres libre y añorada como una perla cuidada, Sada llena de leyendas que te marcan sus caminos, tierra que tiene sus sendas y sabe de peregrinos. Sada eres la rosa encantada, que brilla sobre las rías, siempre te sentí admirada incluso con vientos fríos. Sada quien pudiera sorprenderte con luces llenas de brillos, yo quisiera siempre verte y cantar tus maravillas. G X Cantalapiedra.