SADA MIRANDO A SU COSTA
Cuando los mares se enfadan
con sus olas más dañinas,
los barcos buscan amarras
sin pensar en sus sardinas.
Las olas van provocando
unas negras esperanzas,
que terminan inclinando
muchas sufridas balanzas.
Como cascaras de nueces
navegan dando bandazos,
y hasta las olas se crecen
viendo barcos en pedazos.
En Sada los marineros
conocen muchas desgracias,
con gestos aventureros
saben de las mentes lacias.
El mar se siente crecido
anulando la templanza,
a veces enfurecido
no quiere ver su balanza.
Navegar por esos mares
donde las olas te gritan,
viento duros temporales
mientras las horas palpitan.
El mar se siente enfadado
y los ruidos ya se agitan,
el marino acostumbrado
piensa en los vientos que pitan.
La costa la van mirando
para guardar composturas,
mientras siguen navegando,
con sus olas de diabluras.
El miedo se va cuidando
con sus formas marineras,
alguien les dice gritando
que el temporal da barreras.
G X Cantalapiedra.
Cuando los mares se enfadan
con sus olas más dañinas,
los barcos buscan amarras
sin pensar en sus sardinas.
Las olas van provocando
unas negras esperanzas,
que terminan inclinando
muchas sufridas balanzas.
Como cascaras de nueces
navegan dando bandazos,
y hasta las olas se crecen
viendo barcos en pedazos.
En Sada los marineros
conocen muchas desgracias,
con gestos aventureros
saben de las mentes lacias.
El mar se siente crecido
anulando la templanza,
a veces enfurecido
no quiere ver su balanza.
Navegar por esos mares
donde las olas te gritan,
viento duros temporales
mientras las horas palpitan.
El mar se siente enfadado
y los ruidos ya se agitan,
el marino acostumbrado
piensa en los vientos que pitan.
La costa la van mirando
para guardar composturas,
mientras siguen navegando,
con sus olas de diabluras.
El miedo se va cuidando
con sus formas marineras,
alguien les dice gritando
que el temporal da barreras.
G X Cantalapiedra.