EN EL RASTRILLO DE SADA. CORUÑA.
Todos los sábados por la tarde el rastrillo de Sada es formidable, existen tiendas de esas calles del centro todas abiertas, y en los puestos de dicho mercadillo puedes encontrar toda la clase de fruta de Galicia o del resto de España, además de ropa calzado y productos ecológicos, muchos de ellos por los propios productores, más la historia me parece muy buena de contar, Yo llevaba al perro podenco Triki, y entre aquella cantidad de personas apenas podías avanzar, en un momento me encontré de cara con otro perro podenco, que llevaba una señora, y lo más agradable fue que le llamaba a su perro Trikiño, al sentir que yo le decía a mi perro Triki, la señora me dijo como es posible que nos encontremos aquí, con dos perros iguales y de la misma raza. Yo también me vi sorprendido, y me soltó la señora que ella vivía en Puentedeume, y que salía a diario a pasear a su perro por el Paseo de Rosalía de Castro, lugar donde se pasean muchos perros con sus dueño de diferentes lugares, Trikiño notó a Triki que le miraba fijamente, y los dos perro sin lanzar ni un ladrido se dejaron llevar en aquella multitud de personas cada uno por su lado. Luego nos dirigimos al Centro de Mayores de Sada, en la zona del puerto al lado de Carrefour. Donde en su terraza tomamos unos cafés por cierto buenos, mientras el Triki miraba las canoas amarradas a dicho puerto, que son mucha cantidad. Y sin prisa nos paseamos al lado de su antigua playa, hoy llena de hierbas del mar o algas toda cubierta. La sensación de verte en esas tierras gallegas con perros podencos, te hace sentirte mucho más contento, y poder hablar en castellano aún más. En esas rías nadie se siente forastero, o eso me parece a mí.
G X Cantalapiedra.
Todos los sábados por la tarde el rastrillo de Sada es formidable, existen tiendas de esas calles del centro todas abiertas, y en los puestos de dicho mercadillo puedes encontrar toda la clase de fruta de Galicia o del resto de España, además de ropa calzado y productos ecológicos, muchos de ellos por los propios productores, más la historia me parece muy buena de contar, Yo llevaba al perro podenco Triki, y entre aquella cantidad de personas apenas podías avanzar, en un momento me encontré de cara con otro perro podenco, que llevaba una señora, y lo más agradable fue que le llamaba a su perro Trikiño, al sentir que yo le decía a mi perro Triki, la señora me dijo como es posible que nos encontremos aquí, con dos perros iguales y de la misma raza. Yo también me vi sorprendido, y me soltó la señora que ella vivía en Puentedeume, y que salía a diario a pasear a su perro por el Paseo de Rosalía de Castro, lugar donde se pasean muchos perros con sus dueño de diferentes lugares, Trikiño notó a Triki que le miraba fijamente, y los dos perro sin lanzar ni un ladrido se dejaron llevar en aquella multitud de personas cada uno por su lado. Luego nos dirigimos al Centro de Mayores de Sada, en la zona del puerto al lado de Carrefour. Donde en su terraza tomamos unos cafés por cierto buenos, mientras el Triki miraba las canoas amarradas a dicho puerto, que son mucha cantidad. Y sin prisa nos paseamos al lado de su antigua playa, hoy llena de hierbas del mar o algas toda cubierta. La sensación de verte en esas tierras gallegas con perros podencos, te hace sentirte mucho más contento, y poder hablar en castellano aún más. En esas rías nadie se siente forastero, o eso me parece a mí.
G X Cantalapiedra.