bajo el reinado de Alfonso VI y siendo Obispo D. Diego Peláez. Tras esta etapa inicial, diversos avatares suspenden o, cuando menos, ralentizan las obras hasta que toman un nuevo impulso en tiempos del Arzobispo Gelmírez, en el año 1100. Poco a poco la construcción de la
Catedral irá avanzando a lo largo del siglo XII, encargándose, en 1168, al Maestro Mateo, la terminación de la misma, incluyendo el cierre occidental y la construcción del
Coro en la nave mayor, de manera que en 1211 se celebra la consagración de la Basílica con la presencia de Alfonso IX.