QUINTANA. Doblando la
esquina aparece ante nuestros ojos el antiguo
cementerio (quintana), la gran explanada pétrea ante la que se abre la
Puerta Santa. Es la
Plaza de la Quintana dividida popularmente en Quintana de Abaixo o de los muertos, y de Arriba o de los vivos. Al final de esta
fachada es donde antiguamente existía la puerta de Canónica, según el Códice Calixtino, por la que accedían los canónigos desde su
casa en esta plaza. En la actualidad solo queda la Puerta Santa que se abre a los peregrinos en los años
santos. Esta plaza ha sido testigo de muchas manifestaciones estudiantiles. También de
juegos infantiles. Y, a finales de los 70 y la década de los 80, era un lugar muy frecuentado por los estudiantes, que utilizaban la gran escalinata para sentarse, leer, charlar o tocar la guitarra en grupos.