Una versión muy extendida, es la que cuenta que la
sombra pertenece al alma de Leonard du Revenant, un peregrino francés del siglo XV. Este hombre fue condenado a viajar a Santiago para purgarse del asesinato de su padre, a quien mató para heredar su fortuna. Fue al interceder en el juicio el duque de Borgoña, quien se dice era su verdadero padre, cuando su pena fue reducida a realizar la peregrinación. Durante el
camino, a su paso por
Navarra, el francés conoció a una posadera que intentó conquistar. Ella le rechazó y esto le ocasionó una pelea con el novio de la muchacha. Leonard, en venganza, acechó a la
joven, forzándola y asesinando a la pareja de enamorados posteriormente. A su llegada a Santiago, se le apareció
Leon de Cornu, quien le anunció que su muerte estaba purgada pero no la de los otros dos inocentes. Por ello tendría que esperar a sus almas en la
catedral para ser perdonado. De ahí, que cada
noche, la sombra de Leonard aparezca impasible a la espera de las almas de los novios a los que asesinó.