El
Convento de
San Francisco de Valdediós fue fundado por San Francisco de Asís en su visita a
Santiago de Compostela en 1.214, en el lugar de Val de Dios. El terreno
fue
comprado a los monjes de San Martiño Pinario por la simbólica renta anual de una cesta de truchas. La fundación, envuelta en leyendas, está descrita en una inscripción en el muro del actual convento. Se dice allí que San Francisco encargó su construcción a un carbonero llamado Cotolay, que encontró milagrosamente un tesoro con el que pudo costear esta obra.
Del
edificio original sólo se conservan cinco
arcos góticos en el
claustro y el sepulcro de Cotolay. El actual templo barroco se construyó entre 1.742 y 1.749 y es de
gran simplicidad y pureza formal. Posteriormente una reforma neoclásica retocó la
fachada, que cuenta con una imagen de San Francisco realizada por el
escultor Ferreiro.
En el atrio destaca el
Monumento a San Francisco, concebido como un gigantesco crucero por el escultor Francisco Asorey.
El claustro del convento es de principios del siglo XVII y se atribuye a Xácome Fernández.
El
Museo de Terra
Santa, vinculado a este convento, guarda objetos referentes a los
Santos Lugares, así como otros de la
tradición peregrina.