El
Pórtico de la Gloria de la
Catedral de
Santiago de Compostela, considerada la obra cumbre del Maestro Mateo, ha recuperado su esplendor después de 50.000 horas de trabajos por parte de los equipos de restauración.
La minuciosa labor llevada a cabo en el que se considera uno de los más destacados exponentes del
Románico europeo llega a su fin, tras una inversión millonaria y cerca de diez años oculta por los andamios que han facilitado la minuciosa labor llevada a cabo por expertos nacionales e internacionales para completar su recuperación.
El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián
Barrio, y José María Arias Mosquera, presidente de la Fundación Barrié, entidad que ha dedicado 6,2 millones de euros a costear la restauración, han presentado este jueves el resultado final de los trabajos realizados en el Pórtico de la Gloria.
La inauguración correrá a cargo de la reina Sofía el próximo lunes, día 2 de julio, pero la apertura al público no llegará previsiblemente hasta finales de ese mes, una vez que se hayan adoptado las adecuadas medidas de protección ante la avalancha de visitas que se espera en la basílica compostelana.
El largo proceso
El proceso de restauración se ha desarrollado en varias fases, iniciándose en el año 2009 los estudios y diagnóstico que permitieron la redacción de una propuesta de intervención, y en 2015 se completó el montaje del andamio para poder acceder a todos los relieves del Pórtico, abordando la intervención directa sobre los materiales.
Durante la fase de intervención se ha conformado la existencia de tres policromados al óleo que cambiaron la imagen del Pórtico: una primera policromía con decoración
medieval de la que se conservan bastantes vestigios, una segunda que data del siglo XVI y que coincide con las primeras modificaciones de la
portada exterior y momento de importantes obras en el templo, y una tercera policromía del siglo XVII y que es la más visible en la actualidad.
Ana Laborde Marqueze, coordinadora de Restauración del Programa Catedral de Santiago, ha reconocido la "excelencia" del Pórtico de la Gloria. "Nos emocionaba al equipo cada hora", comentó.
La restauradora del Instituto del Patrimonio Cultural de
España del Ministerio de Cultura y
Deporte puso especial énfasis en la calidad de la talla de las figuras que conforman la obra del Maestro Mateo, al indicar que "no hay dos con los cabellos iguales y los pliegues de las túnicas y la postura de las piernas es distinta en todas ellas".
Explicó que cuando se pusieron manos a la obra "nos encontramos con un Pórtico gris, oscuro", en el que la humedad era quizás el problema más importante por el estado "de abandono" en que se encontraba la catedral. "Se saturaban de
agua todas las
columnas", dijo.
"Los restos de
color caían literalmente al suelo todos los días. No podíamos esperar, era necesario intervenir cuanto antes", reconoció. En este sentido, subrayó el "consenso" entre todos los expertos a la hora de decidir las actuaciones sobre los
colores. "Es tal la belleza y la calidad de la talla y los restos de policromía que hemos conservado lo que hay sin añadir absolutamente nada", indicó.
Julián Barrio incidió en que disfrutar de esta "magnífica joya" a partir de ahora exigirá atenciones constantes, controles permanentes y protocolos de conservación preventiva. "Un esmero exquisito que nos demandan las generaciones futuras. Somos custodios de una herencia que hemos de transmitir y que hemos de delegar", afirmó.