Con ocho kilómetros de playas de arena fina y blanca, la franja costera de Barreiros abarca desde la desembocadura del río Masma hasta la playa de las Catedrales, en Ribadeo.

La arquitectura religiosa ha dejado interesantes construcciones, con multitud de iglesias y capillas. La parroquial de San Pedro de Benquerencia y la de San Xusto de Cabarcas son, posiblemente, las más conocidas.
El patrimonio artístico se completa con un buen número de ejemplos de arquitectura civil, con casas blasonadas y pazos. Las casas de tipo colonial o "indianas", junto con los hórreos o "cabozos", también representan un particular ejemplo de la arquitectura local.

O San Bartolo (24/agosto), Santo Estevo do Ermo (lunes de Pascua), Santo Estevo de Pagá (finales de junio), Fiesta de la Tortilla, en Celeiro de Mariñaos (mediados de agosto) y Fiesta do Polbo (agosto).

La existencia de restos de cultura castreña, junto con las dos mámoas de San Miguel de Reinante, revelan que estas tierras ya se encontraban habitadas por el hombre en la época megalítica. Plinio también se refirió a sus habitantes como "cibarcos", y que ocupaban las tierras comprendidas entre la desembocadura del Masma hasta el Eo, en Ribadeo.
Durante los siglos XVIII y XIX, la historia de este municipio estuvo vinculada a la emigración, sobre todo a Cuba, Argentina y Méjico. Muchos de estos emigrantes contribuyeron de forma significativa a su desarrollo cultural y urbanístico.

El potencial turístico de este ayuntamiento ofrece innumerables posibilidades. El territorio de Barreiros se vertebra en un buen número de rutas de senderismo que invitan al visitante a conocer de primera mano el rico patrimonio artístico de la zona. Las playas son otro excelente reclamo y cada año son miles los veraneantes que eligen para sus vacaciones los arenales de este municipio.