Recuerdo esas tardes interminables mientras el paso del ganado vacuno era conducido a los pastizales que tanto facilitaron el crecimiento y sostenimiento del municipio de Guitiriz y sus parroquias.
Aprendí de ese modelo ganadero- incipiente y no autosuficiente y vi cuando evolucionaba en su concepto. Las necesidades de la familia estaban todas completas así que no había una intención de cambios inmediatos o al menos ninguna prisa. Quizás ese ritmo ya hecho propio de las aldeas llevó al adormecimiento que saldría años después.
Ahora los pagos, las fincas ha visto como llegaba su otro aire. No todo estaba cubierto. Las familias muchas de ellas se habían disgregado y los mayores los habían dejado por la edad como Ley de vida.
Aprendí de esas parroquias y aldeas que es bueno mudar y ni acomodarse. Cuando tenemos las necesidades cubiertas el cambio nos da pereza o simplmente ya no lo necesitamos y dejamos que viva en nuestra mente de forma constante.
Ahora, que los próximos días volveré a pisar esas aldeas pues quiero recordarlas a todas sé que todo puede cambiar y esta vez puede ser un cambio definitivo. Llevo mi lapiz, mi Ipad y montón de ideas nuevas que espero ver sobre el terreno si se podrán convertir en el futuro que quiero para esas tierras. Quizás sea hora de mudar. Ojalá alguna de esas ideas se conviertan en proyectos definitivos con sus gentes y con nuevas gentes que crean en ese Municipio y la posibllidad de desarrollar nuevos proyectos y disfrutar de los muchos recovecos naturales que todavía están vivios. Miremos las fotos que se recogen en este blog que son muestra de ello
Aprendí de ese modelo ganadero- incipiente y no autosuficiente y vi cuando evolucionaba en su concepto. Las necesidades de la familia estaban todas completas así que no había una intención de cambios inmediatos o al menos ninguna prisa. Quizás ese ritmo ya hecho propio de las aldeas llevó al adormecimiento que saldría años después.
Ahora los pagos, las fincas ha visto como llegaba su otro aire. No todo estaba cubierto. Las familias muchas de ellas se habían disgregado y los mayores los habían dejado por la edad como Ley de vida.
Aprendí de esas parroquias y aldeas que es bueno mudar y ni acomodarse. Cuando tenemos las necesidades cubiertas el cambio nos da pereza o simplmente ya no lo necesitamos y dejamos que viva en nuestra mente de forma constante.
Ahora, que los próximos días volveré a pisar esas aldeas pues quiero recordarlas a todas sé que todo puede cambiar y esta vez puede ser un cambio definitivo. Llevo mi lapiz, mi Ipad y montón de ideas nuevas que espero ver sobre el terreno si se podrán convertir en el futuro que quiero para esas tierras. Quizás sea hora de mudar. Ojalá alguna de esas ideas se conviertan en proyectos definitivos con sus gentes y con nuevas gentes que crean en ese Municipio y la posibllidad de desarrollar nuevos proyectos y disfrutar de los muchos recovecos naturales que todavía están vivios. Miremos las fotos que se recogen en este blog que son muestra de ello