Sentirse nuevamente en casa. En la tierra de mi toda mi infancia. En los parajes y las puestas de Sol en el infinito entre pinos. En esos paseos por fuentes. Todo eso se agolpa en estos días que el frió se presenta y los paseos traen con los primeros rayos de luz una esperanza cierta del nuevo día. Torta de maíz, la de siempre, camino de los siete molinos. Todo renueva la esperanza y ahora que casi llega mi jubilación en busca de casa de este pueblo que es el mío. Estos días de paseo, por los alrededores de guitiriz me han dado nuevas esperanzas a ese futuro más calmo que me espera aquí durante mi jubilación