De los templos construidos en
España por la orden cisterciense, el de
Santa María de
Meira es el que conserva con mayor pureza el austero estilo
románico del cister borgoñón. La
fachada está dividida en tres partes verticales, que se corresponden con las tres naves. Sobre la parte correspondiente a la nave sur se alza la
torre del
reloj y el
campanario. La parte central se divide a su vez en dos zonas horizontales, donde destaca, en la superior, el
monumental rosetón. En la parte inferior la
puerta está tan sólo flanqueada por tres
columnas a cada lado, sobre las que se sustentan tres arquivoltas que rodean el tímpano liso.