Para tartas, las de Casa Pura. ¡Qué lástima que la casa haya cerrado!
¡Oh, Cronos!, gran destructor. A las ciudades envejeces, a las mujeres arrugas, a los buenos establecimientos echas el candado...
Todo pasa, nada permanece. Todo se va y nada vuelve. Salvo la niebla: descendiendo implacable por las laderas del Padornelo, dispuesta a cubrir con su velo de indiferencia el mudo clamor de la almas yertas.
¡Oh, Cronos!, gran destructor. A las ciudades envejeces, a las mujeres arrugas, a los buenos establecimientos echas el candado...
Todo pasa, nada permanece. Todo se va y nada vuelve. Salvo la niebla: descendiendo implacable por las laderas del Padornelo, dispuesta a cubrir con su velo de indiferencia el mudo clamor de la almas yertas.