Uno de los atractivos fundamentales del municipio es su agreste
paisaje. Recorrer sus
valles, sus
montañas o sus bosques, merece siempre la pena, sobre todo, en la
primavera y el
otoño. En la actualidad hay habilitados diversos
miradores que permiten divisar gran parte de la
sierra da Gañidoira.
En el apartado gastronómico, la
caza y las especies fluviales suelen ser las protagonistas de la mesa, sin olvidar otras especialidades, como el
cocido, el caldo gallego o los embutidos.