Negueira de Muñiz presenta uno de los relieves más accidentados de Galicia. Dista 92 kilómetros de la ciudad de Lugo.

El monumento más destacado de Negueira es el conjunto que forma la iglesia parroquial y la rectoral. El templo, de finales del siglo XV o principios del XVI, tiene el frontis con espadaña y puerta adintelada, así como el típico pórtico de pequeñas arcadas con pilares, la nave a dos aguas y la planta de cruz latina, conforma su arquitectura externa.
Construcción típica de la zona son los hórreos.

Santo Antón (17 de enero); Ntra. Sra. da Veiga (15/agosto); Santiago, en Ouviaño (25/julio).

En el Antiguo Régimen, este territorio formaba parte de la jurisdicción de Burón, que pertenecía al señorío del conde de Altamira. En 1833, se integró en el término municipal de A Fonsagrada, del que se emancipó en el año 1928.
Su historia como municipio se haya íntimamente vinculada a la persona de Antonio Muñiz Alonso, natural de Vilar de Ernes, quien luchó por mejorar las condiciones de su tierra, apoyándose para ello en la creación de las Sociedades Agrarias. La historia más reciente está vinculada a la construcción del embalse de Salime y a la presencia de una comuna desde los años setenta.

Todo el territorio municipal, con su relieve montañoso, constituye un marco idóneo para la práctica de deportes de montaña (escalada, montañismo, senderismo...), enclavados en un paisaje de singular belleza.
En el apartado gastronómico, al lado del butelo y la miel, se pueden degustar las truchas de aguas cristalinas y los platos elaborados a base de caza mayor, como el jabalí y el corzo, siempre acompañados de salsas a base de castañas y setas.