La oferta
artístico-cultural de
Ribadeo es amplia y variada. El patrimonio religioso tiene en las
iglesias de
San Pedro de Arante (siglo XVIII),
Santa Baia da Devesa (siglo XVI), Santa María de
Ove (s. XVII), San Xoán de Piñeira, Santa Baia de Vilaosende, Santa María de Vilaselán (s. XVIII), Santa María do
Campo -conocida como
iglesia de San Francisco- y el
convento de Santa Clara, sus máximos exponentes, además de varias
ermitas y
capillas diseminadas por todo el territorio.
La
arquitectura civil presenta dos tipos de construcciones, según se traten de construcciones civiles o
militares. Entre las primeras destaca la
Casa Consistorial o Pazo de Ibáñez (neoclásico del s. XVIII); el Pazo de
Cedofeita (construido a finales del s. XV o principios del XVI). Todo el
edificio está construido en pizarra, con los esquinazos y dinteles en granito. Su planta es rectangular, con dos pisos y una
torre. El conjunto se completa con
hórreo,
palomar,
molino y
capilla.
Restos del Pazo de Quinta Longa (Vilaosende), el edificio de la Aduana (s. XVIII), testimonio de un pasado económico vigoroso; y la casa do Patín, que es la construcción civil más antigua de la villa.
A lo largo del casco urbano, todavía se conservan hermosas residencias burguesas finiseculares, con influencia indiana, como el edificio del
Mercado Municipal, construido en 1935. Mención aparte merece la Torre de Los Moreno, que se ha convertido en emblema de la villa.
Finalmente, como ejemplo de arquitectura
militar, hay que destacar el
castillo de San Damián, construido a principios del siglo XVII por el Marqués de Cerralbo.