Pero, realmente sólo a partir del siglo XII se puede hablar de una
historia de
Ribadeo con fundamento. Hacia 1128 Alfonso VII llevó a cabo un reordenamiento territorial, ampliando las tierras de realengo a costa de las del obispo. A principios del siglo XII la zona estaba densamente poblada, de ahí que Fernando II, en 1183, decidiese crear una villa, es decir, elevar el rango al núcleo ya existente, otorgándole una carta con varios privilegios, entre ellos el de la posibilidad de celebrar un
mercado.