A comienzo de los tiempos modernos, hacia los 1500,
Ribadeo se encuentra bajo el dominio particular de sus condes, en lo que concierne a su gobierno, y desde el punto de vista económico la villa se encontraba estrechamente vinculada a la economía del Atlántico, gracias a las exportaciones de madera en dirección a
Sevilla y Lisboa, a la construcción de naves y a la emigración hacia Sevilla e Indias.