RIBADEO: La primera carta o mapa donde aparece la Ría de Ribadeo...

La primera carta o mapa donde aparece la Ría de Ribadeo con este nombre fue realizada por el cartógrafo portugués Pedro de Teixeira, por encargo de Felipe IV. Pedro de Teixeira sustituyó al también cartógrafo portugués Juan Bautista Lavanha, fallecido en 1.621. Dirigió el el estudio "Descripción de España y de las Costas y Puertos de sus reinos" entre 1.622 y 1.630. En el mapa de la costa asturiana realizado por dicho cartógrafo aparece con toda nitidez la inscripción Ría de Ribadeo, pero no aparece todavía localizada la ría de Avilés, Ribadesella, Villaviciosa, etc. El motivo es que en esa época el puerto de Ribadeo tenía una actividad y un comercio relativamente muy importante, incluso con el Báltico, América, etc. No existe motivo para la polémica, porque son nombres que vienen de muy antiguo y están determinados por la importancia comerial y portuaria de la localidad puntera en cada una de las rías. Eso se mantiene así en todo el litoral gallego, asturiano, santanderino, etc. El cambio de nombre se inicia en los años sesenta, por un grupo de personas de Castropol, Figueras, Vegadeo, etc. Que no quieren aceptar la toponimia histórica de esta ría en concreto, pero curiosamente nadie cuestiona la denominación equivalente para las restantes rías asturianas. En los años posteriores el nombre Ria del Eo se generaliza en la prensa asturiana, pero los mapas del Principado siguen poniendo Ria de Ribadeo, al menos hasta 1.987. Más recientemente los partidos políticos han entrado en el tema y se han dicho y escrito muchas tonterías, en parte por no saber y en parte por no querer enterarse de la realidad histórica. Para más información consultar "Pedro de Teixeira y el Compendium Geographicum de la Universidad de Upsala"; 2.001. Ramón Alvargonzález Rodríguez. Museo Naval, Fundación Alvargonzález, Universidad de Upsala y "El Atlas del Rey Planeta. La Descripción de España y de las Costas y Puertos de sus Reinos de Pedro Teixeira (1.634)". Felipe Pereda y Fernando Marías, Madrid, Nerea, 2.002.