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Iglesia del Monasterio Priorato benedictino de San Facundo - La portada lateral del lado sur, RIBAS DE MIÑO

La portada lateral del lado sur presenta una dovela de medio punto sobre columnas con rústicos capiteles.

El conjunto edificado actual está formado por la Iglesia y la Casa rectoral, habiendo sido restaurado en 1997.
La fundación del monasterio fue entorno al año 1120, con vocación de acoger peregrinos del Camino de Santiago.

En 1116 Doña Urraca, reina de León y Castilla, había mandado derribar el puente de Portomarín, como represalia al arzobispo Xelmírez para debilitarle, evitando el cobro de los ingresos que suponían los peregrinos del camino francés a Compostela y los derechos de pontazgo. Entonces, los monjes benedictinos se instalaron en un remanso del río y lugar más fácil para atravesar el río Miño, facilitando el paso con barcas.

Cuando se volvió a reconstruir el puente de Portomarín, San Facundo se convirtió en el refugio de aquellos viajeros que no podían pagar el pontazgo y que pernoctaban en la Iglesia.

De estilo cisterciense, transición románico- gótico, sus orígenes son benedictinos.

Es un templo simple, sin esculturas monumentales ni grandes sillerías.

En 1620 pasó a ser priorato del monasterio cisterciense de Santa María de Montderramo.

El monasterio fue cerrado en 1820 y definitivamente exclaustrado en 1835

La Iglesia es de planta de una nave con ábside semicircular y cubierta de madera y pizarra a dos aguas.

Presenta dos puertas de acceso. Una a los pies, con acceso directo desde el exterior y otra en el lado sur, que seguramente debía ser de acceso directo desde el recinto monacal.

Presenta una puerta con una curiosa dintel semicircular muy rústico y una pequeña ventana circular. La parte superior termina con una espadaña para dos pequeñas campanas, obra que debió construirse en edad moderna.

La portada lateral del lado sur presenta una dovela de medio punto sobre columnas con rústicos capiteles.

La bóveda del ábside de la iglesia de San Facundo de Ribas do Miño es considerada la primera manifestación del estilo gótico en la Península Ibérica. Está constituida por seis robustos arcos de piedra, que convergen en una clave colocada a sólo 5,30 m de altura.

Posee pinturas murales que se reparten por los muros de la Iglesia, de estilo gótico hispano-flamenco realizadas sobre 1474.

El entorno
En los viñedos que rodean el Monasterio pude apreciar una muestra de arquitectura popular en esta cabaña de viña.

Al llegar al rio Miño, en su forma actual del embalse de Belesar se encuentra un embarcadero.