A GUDIÑA: Esas eran las fuerzas vivas del pueblo. Había otro,...

Esas eran las fuerzas vivas del pueblo. Había otro, D. Alfredo, el jefe de la Estación, pero creo que vivía al margen del resto.

El resto de los mayores solía juntarse mas en el Café de Anta, cuyas bebidas las tenía frescas en el fondo del pozo que tenía en el centro del local, y cada vez que alquien quería un refresco o cerveza (Aguila Negra de Colloto, Aguila de Madrid o El León) tiraba de la cuerda y subía la cesta.

De la única autoescuela que me acuerdo es de una que tenía el marido de una hermana mía, procedían del Barco de Valdeorras.

No sé donde sacaban el carnét de conducir. La verdad es que los primeros coches de los que me acuerdo, eran un biscúter del cura y uno negro de Fofo, hijo del caminero y la Sra. Teresa, que vivían justo enfrente del buzón de correos.

Pues yo de quien me acuerdo, era de un chico que venía a casa de tu familia, o sea que no debías de ser tú.