A VILAVELLA: Amiga justicia, nahún se preocupe, pois ô meu xefe...

Mientras estuvo en la oposición Mariano Rajoy repitió hasta la saciedad que España era un país intervenido, que la UE imponía sus criterios al Gobierno socialista, que nos decían desde fuera lo que teníamos que hacer. Al entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero, Rajoy le reprochaba con dureza esa pérdida de soberanía ante la UE. Ahora que él es presidente y que Bruselas le ha impuesto un objetivo de déficit del 5,3% del PIB —él quería un 5,8%—, Rajoy reduce esa imposición a una cuestión menor, a un mero trámite.

Así lo contó en el Congreso de los Diputados, donde compareció para informar sobre el Consejo Europeo celebrado los días 1 y 2 de marzo en Bruselas: "Nuestros socios en el Eurogrupo nos pidieron un reequilibrio presupuestario y para nosotros es importante tener buena coordinación y consenso con ellos. El objetivo del 5,3% es asequible. Lo importante es que se han reconocido nuestros argumentos y se ha modificado la cifra inicial del 4,4%".

Cambian los plazos, pero no el objetivo final, el 3% de déficit a finales de 2013. Rajoy explicó que "España cumplirá escrupulosamente el objetivo de llegar a ese objetivo. Lo que nos piden ahora es un mayor esfuerzo este año y uno menor el año que viene", explicó. En este sentido, aseguró que todas las administraciones tendrán que hacer un esfuerzo, aunque será el Estado el que asuma el ajuste adicional de 5.000 millones, mientras que las administraciones territoriales harán un esfuerzo mayor en 2013.
De aquellos polvos vienen estos lodos.
De aquellas mentiras, estos cambios.

Amiga justicia, nahún se preocupe, pois ô meu xefe ten unha idea pra decirle ô sinor Mariana, se vei que a que controlar más os indinxetes, posto que nahún facen declarazahún de renta, logo as sinoras do oficio más antigu do mundo, tambéin unificar os sevivios púlicos, posto que dentro de pouco nahún se sabrá quéin ê home ou muller, assín sólo ô papel ixénico aforraremos muntos cartos. Disculpe teño que deixalo istou a verlo entrar ô xefe nahún poso terminar.
Unha aperta.