
Anda por ahí el run-run de que había una vez un rey que estaba enamorado de una alemana con dieciocho años menos que él.
Aquel rey se escapaba muchas veces del palacio para jugar con su rubia amiga.
Y un día le dijo:
--Cariño, yo ya sé cuando te vas a correr...
-- ¿Y cómo lo sabes, mi rey?
--Muy facil, condesa. ¡Cuando te pones el chandal!
Aquel rey se escapaba muchas veces del palacio para jugar con su rubia amiga.
Y un día le dijo:
--Cariño, yo ya sé cuando te vas a correr...
-- ¿Y cómo lo sabes, mi rey?
--Muy facil, condesa. ¡Cuando te pones el chandal!