Querido amigo In Illo tempore: No pretendo ni quiero que tomes esta carta como si fuese una despedida. Solo quiero agradecer lo que nos hicistes disfrutar con tu elegancia al decir las cosas. Pienso que esto no es un adios, si no un vuelvo dentro de nada. Siempre en los foros hay gente que te aprecia y otros que te repudian, yo soy de los que te aprecian. Siempre que vuelvas me tienes a tu disposición, nada mas aqui hay gente y mucha que te quiere.
Yo me alegre mucho que hicieses amistad con mi amigo 2525, buen hombre, divertido y dentro de su jerga e idioma, nos lo pasamos muy bien.
Este foro tiene las puertas abiertas, lo unico que tienes que hacer si decides volver, es llamar al timbre.
Un abrazo muy fuerte
Yo me alegre mucho que hicieses amistad con mi amigo 2525, buen hombre, divertido y dentro de su jerga e idioma, nos lo pasamos muy bien.
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Un abrazo muy fuerte
Mentiras históricas
Adán y Eva nunca comieron una manzana. Ya sabemos que sólo es un mito, pero aún así, en el Génesis no se menciona de qué fruto se trataba; únicamente se lee: “…pero del fruto del Árbol que está en medio del huerto dijo Dios: ‘No comeréis de él’”. El mito de la manzana probablemente se deba a los pintores renacentistas.
Julio César no nació por cesárea. Los historiadores creen que no fue así, porque su madre murió cuando él ya había cumplido los 30, en una época en la que las mujeres no solían sobrevivir a esta operación. Lo que sí es cierto es que dicha intervención debe su nombre a una ley promulgada por César para que los bebés fueran extraídos de los vientres de sus madres si estas fallecían a partir del séptimo mes de gestación.
Los reyes magos no eran tres. El Evangelio según San Mateo (2, 1-12) sólo menciona la visita de unos magos de Oriente, pero no especifica su número, y ni siquiera dice que fueran reyes.
Los emperadores romanos no levantaban ni bajaban el pulgar para decretar la muerte. Mostrar el puño cerrado era señal de clemencia: pero si movía el pulgar hacia un lado, estaba ordenando la ejecución del perdedor.
Tiberio no fijo su residencia en Capri por las orgías. Suetonio relata que el emperador fijó allí su residencia, para huir de la corrupción de la nobleza romana.
En una lápida de una iglesia de Colonia esta cincelada la leyenda de 11.000 doncellas asesinadas por los hunos de Atila en el año 449. Hoy sabemos que solo fueron once las jóvenes martirizadas hasta la muerte por los bárbaros
El caballo blanco de Santiago, al final, ¡no era tan blanco! en el techo de la catedral de Compostela esta representada la imagen del santo a lomos de un ejemplar de piel castaña con manchas negras.
Los vikingos no llevaban cascos con cuernos. Fue una invención del pintor sueco Gustav Malstrom en las ilustraciones que realizó en 1820 para el poema épico Frithiof’s Saga.
Arturo nunca fue rey. En realidad, fue un general romano llamado Lucio Artorius Casto, nombrado prefecto para defender Britanniae de los bárbaros.
Robin Hood no era un bandido generoso. Tampoco robaba a los ricos para dárselo a los pobres. En realidad era un hombre llamado Robert Hood, que se sublevó contra el rey Ricardo II (y no contra Juan “Sin Tierra”) para no pagar impuestos.
Marco Polo no introdujo la pasta en Europa. Fueron los árabes, durante la invasión de Sicilia en el año 669 (600 años antes del nacimiento del famoso viajero). El historiador musulmán Al-Idri relató que los árabes instalados en la isla comían los itriyah, unos fideos secos.
La guerra de los cien años realmente duró 116. Duró de 1337 a 1453, año en que los reyes de Inglaterra y Francia (los países en conflicto) pusieron fin a las hostilidades.
Juana de Arco no era francesa… La verdad es que la santa y heroína nació en Bar, una localidad del ducado de Lorena, aunque en la actualidad pertenece a Francia, por aquel entonces Lorena era un ducado independiente.
Las tres carabelas de Colón sólo fueron dos. La pinta y la Niña. Porque la tercera nave que participó en el descubrimiento de América era una nao, otro tipo de barco de mayor tamaño. Se llamaba María Galante, pero Colón la rebautizó Santa María.
Hernán Cortés nunca quemo sus naves. Según el relato de Bernal Díaz del Castillo, el cronista que acompaño a la expedición durante la conquista de México, lo que hizo fue embarrancarlas y barrenarlas, para abrir vías de agua. Además, Cortés dejo una intacta, para que fuera a Cuba a solicitar el envió de mas víveres y tropas.
Las brujas de Salem no fueron quemadas en la hoguera. Pero tampoco las indultaron. En realidad fueron ahorcadas, que era la pena que las comunidades protestantes y calvinistas solían dictar para los casos de hechicería.
Cortar cabelleras no era costumbre natural de los indios norteamericanos. La copiaron de los franceses, que exigían a sus mercenarios presentar el cuero cabelludo de cada indio muerto para poder cobrar la recompensa.
Los piratas no enterraban sus tesoros. O lo hacían demasiado bien, porque nunca ha aparecido ninguno. Lo normal era que dilapidaran el botín en sus pillajes en las tabernas, los burdeles y las casas de juego de la isla de la Tortuga.
Catalina de Rusia no murió practicando el sexo con un caballo. La soberana falleció de un infarto, pero la leyenda negra surgió a raíz del descubrimiento de su colección privada de piezas eróticas, en las que no faltaban escenas de zoofilia.
¡La marcha de las mujeres estaba formada por hombres! Precisamente, la subida del precio del pan provoco en 1789 una sublevación popular en Paris. 6.000 mujeres armadas con cuchillos y hoces marcharon en señal de protesta hacia el palacio de Versalles, dirigidas por Theroigne de Mericourt. Aunque en realidad las mujeres no llegaban al centenar, y el resto eran varones disfrazados con ropas femeninas
La guillotina no es un invento francés. Tampoco su creador fue el doctor Ígnace Guillotin. Los romanos ya conocían y usaban la guillotina, y algunos historiadores creen que fue inventada por el cónsul Titus Manlius, quien paradójicamente, acabo siendo ejecutado con ella
George Washington no fue el primer presidente de EE. UU. Una comisión de notables eligió a Peyton Randolph, en el primer Congreso Continental del 5 de septiembre al 21 de octubre de 1774 de manera provisional para ese cargo. Tras su dimisión, ocho personas actuaron como presidentes en funciones hasta 1789, año en que por fin se aprobó la Constitución americana y se celebraron las primeras elecciones al cargo, en las que Washington fue finalmente elegido
Napoleón no era tan bajito. De hecho, media 1,68 cm., una estatura aceptable para su época, e incluso superaba por 4cm al duque de Wellington, su gran enemigo.
Sherlock Holmes nunca dijo: “Elemental querido Watson”. En las novelas de Conan Doyle, el famoso detective sí pronuncia la palabra “elemental”, pero nunca acompañada por la muletilla. La frase, tal y como la conocemos, fue escrita para el guión de una película protagonizada por Basil Rathbone en 1939.
En casablanca, Bogart nunca pronuncia la frase: “Tócala otra vez, Sam”. En realidad, la frase exacta es: “Tócala Sam, Toca as time goes by”, y la recita Ingrid Bergman. Para acabar de arruinar el mito, el actor que hacía de Sam (Dooley Wilson) sólo cantaba, ya que no sabía tocar el piano. El acompañamiento se incorporó en el estudio
Bruce Lee no fue el Rey del Kung Fu. De hecho, jamás practico esa modalidad de las artes marciales. El suyo era un estilo de lucha diferente conocido como jun fan gung fu. La enseñanza del Jeet Kune Do comienza con una base técnica. Esta base técnica es lo que Bruce enseñaba hace más de 30 años a sus alumnos, algo a lo que llamó Jun Fan Gung Fu
Bin Laden no fue el primero en atacar a EEUU en su propio territorio nacional. El “merito” le corresponde a Pancho Villa, quien en 1916 cruzo Río Grande y atacó la ciudad de Columbus, en Nuevo México, donde mató a siete personas. La invasión duró menos de diez horas.
No es rollo ¡O sí?
Adán y Eva nunca comieron una manzana. Ya sabemos que sólo es un mito, pero aún así, en el Génesis no se menciona de qué fruto se trataba; únicamente se lee: “…pero del fruto del Árbol que está en medio del huerto dijo Dios: ‘No comeréis de él’”. El mito de la manzana probablemente se deba a los pintores renacentistas.
Julio César no nació por cesárea. Los historiadores creen que no fue así, porque su madre murió cuando él ya había cumplido los 30, en una época en la que las mujeres no solían sobrevivir a esta operación. Lo que sí es cierto es que dicha intervención debe su nombre a una ley promulgada por César para que los bebés fueran extraídos de los vientres de sus madres si estas fallecían a partir del séptimo mes de gestación.
Los reyes magos no eran tres. El Evangelio según San Mateo (2, 1-12) sólo menciona la visita de unos magos de Oriente, pero no especifica su número, y ni siquiera dice que fueran reyes.
Los emperadores romanos no levantaban ni bajaban el pulgar para decretar la muerte. Mostrar el puño cerrado era señal de clemencia: pero si movía el pulgar hacia un lado, estaba ordenando la ejecución del perdedor.
Tiberio no fijo su residencia en Capri por las orgías. Suetonio relata que el emperador fijó allí su residencia, para huir de la corrupción de la nobleza romana.
En una lápida de una iglesia de Colonia esta cincelada la leyenda de 11.000 doncellas asesinadas por los hunos de Atila en el año 449. Hoy sabemos que solo fueron once las jóvenes martirizadas hasta la muerte por los bárbaros
El caballo blanco de Santiago, al final, ¡no era tan blanco! en el techo de la catedral de Compostela esta representada la imagen del santo a lomos de un ejemplar de piel castaña con manchas negras.
Los vikingos no llevaban cascos con cuernos. Fue una invención del pintor sueco Gustav Malstrom en las ilustraciones que realizó en 1820 para el poema épico Frithiof’s Saga.
Arturo nunca fue rey. En realidad, fue un general romano llamado Lucio Artorius Casto, nombrado prefecto para defender Britanniae de los bárbaros.
Robin Hood no era un bandido generoso. Tampoco robaba a los ricos para dárselo a los pobres. En realidad era un hombre llamado Robert Hood, que se sublevó contra el rey Ricardo II (y no contra Juan “Sin Tierra”) para no pagar impuestos.
Marco Polo no introdujo la pasta en Europa. Fueron los árabes, durante la invasión de Sicilia en el año 669 (600 años antes del nacimiento del famoso viajero). El historiador musulmán Al-Idri relató que los árabes instalados en la isla comían los itriyah, unos fideos secos.
La guerra de los cien años realmente duró 116. Duró de 1337 a 1453, año en que los reyes de Inglaterra y Francia (los países en conflicto) pusieron fin a las hostilidades.
Juana de Arco no era francesa… La verdad es que la santa y heroína nació en Bar, una localidad del ducado de Lorena, aunque en la actualidad pertenece a Francia, por aquel entonces Lorena era un ducado independiente.
Las tres carabelas de Colón sólo fueron dos. La pinta y la Niña. Porque la tercera nave que participó en el descubrimiento de América era una nao, otro tipo de barco de mayor tamaño. Se llamaba María Galante, pero Colón la rebautizó Santa María.
Hernán Cortés nunca quemo sus naves. Según el relato de Bernal Díaz del Castillo, el cronista que acompaño a la expedición durante la conquista de México, lo que hizo fue embarrancarlas y barrenarlas, para abrir vías de agua. Además, Cortés dejo una intacta, para que fuera a Cuba a solicitar el envió de mas víveres y tropas.
Las brujas de Salem no fueron quemadas en la hoguera. Pero tampoco las indultaron. En realidad fueron ahorcadas, que era la pena que las comunidades protestantes y calvinistas solían dictar para los casos de hechicería.
Cortar cabelleras no era costumbre natural de los indios norteamericanos. La copiaron de los franceses, que exigían a sus mercenarios presentar el cuero cabelludo de cada indio muerto para poder cobrar la recompensa.
Los piratas no enterraban sus tesoros. O lo hacían demasiado bien, porque nunca ha aparecido ninguno. Lo normal era que dilapidaran el botín en sus pillajes en las tabernas, los burdeles y las casas de juego de la isla de la Tortuga.
Catalina de Rusia no murió practicando el sexo con un caballo. La soberana falleció de un infarto, pero la leyenda negra surgió a raíz del descubrimiento de su colección privada de piezas eróticas, en las que no faltaban escenas de zoofilia.
¡La marcha de las mujeres estaba formada por hombres! Precisamente, la subida del precio del pan provoco en 1789 una sublevación popular en Paris. 6.000 mujeres armadas con cuchillos y hoces marcharon en señal de protesta hacia el palacio de Versalles, dirigidas por Theroigne de Mericourt. Aunque en realidad las mujeres no llegaban al centenar, y el resto eran varones disfrazados con ropas femeninas
La guillotina no es un invento francés. Tampoco su creador fue el doctor Ígnace Guillotin. Los romanos ya conocían y usaban la guillotina, y algunos historiadores creen que fue inventada por el cónsul Titus Manlius, quien paradójicamente, acabo siendo ejecutado con ella
George Washington no fue el primer presidente de EE. UU. Una comisión de notables eligió a Peyton Randolph, en el primer Congreso Continental del 5 de septiembre al 21 de octubre de 1774 de manera provisional para ese cargo. Tras su dimisión, ocho personas actuaron como presidentes en funciones hasta 1789, año en que por fin se aprobó la Constitución americana y se celebraron las primeras elecciones al cargo, en las que Washington fue finalmente elegido
Napoleón no era tan bajito. De hecho, media 1,68 cm., una estatura aceptable para su época, e incluso superaba por 4cm al duque de Wellington, su gran enemigo.
Sherlock Holmes nunca dijo: “Elemental querido Watson”. En las novelas de Conan Doyle, el famoso detective sí pronuncia la palabra “elemental”, pero nunca acompañada por la muletilla. La frase, tal y como la conocemos, fue escrita para el guión de una película protagonizada por Basil Rathbone en 1939.
En casablanca, Bogart nunca pronuncia la frase: “Tócala otra vez, Sam”. En realidad, la frase exacta es: “Tócala Sam, Toca as time goes by”, y la recita Ingrid Bergman. Para acabar de arruinar el mito, el actor que hacía de Sam (Dooley Wilson) sólo cantaba, ya que no sabía tocar el piano. El acompañamiento se incorporó en el estudio
Bruce Lee no fue el Rey del Kung Fu. De hecho, jamás practico esa modalidad de las artes marciales. El suyo era un estilo de lucha diferente conocido como jun fan gung fu. La enseñanza del Jeet Kune Do comienza con una base técnica. Esta base técnica es lo que Bruce enseñaba hace más de 30 años a sus alumnos, algo a lo que llamó Jun Fan Gung Fu
Bin Laden no fue el primero en atacar a EEUU en su propio territorio nacional. El “merito” le corresponde a Pancho Villa, quien en 1916 cruzo Río Grande y atacó la ciudad de Columbus, en Nuevo México, donde mató a siete personas. La invasión duró menos de diez horas.
No es rollo ¡O sí?