¡Ay! Loquita del Tanto, con tanto placer que nos embriagaba, no sé si estábamos en Castellana, castellano, andaluz, asturiano o gallego, pero aquello era un derroche inolvidable, que perdimos todos los sentidos, la noción del tiempo, del lugar y de todo, todo, todo.
En octubre lo haremos de nuevo
Besitos, con piquitos ja, ja, ja