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A VILAVELLA: Aprezada ex, quéin nos dera de aqueles tempos, como...

¡Piticlín!
Yo, como vengo dedicándome tantos años a la enseñanza, prefiero llamarle PIZARRÍN.
¡Cuántas veces he dicho a mis alumnos cuando piden permiso para ir al baño: "Tenéis que acostumbrar vuestros escuálidos pizarrines al horario escolar"!
Por cierto: yo estoy totalmente acostumbrada a las subidas de pizarrín. Por eso me sorprende oiros hablar de las bajadas de piticlín, como si fuera la bandera del taxi. La Caída de Roma... Para comerse una castaña rajada, tampoco hace falta hacer alusión a las invasiones bárbaras.
Ahora que nos conocemos mejor, que nos hemos acercado más en nuestros mensajes, reconozco que me vengo comportando de un modo demente. Podría levantarme de un salto y ponerme a recitar a Shakespeare o a silbar "Mi carro me lo robaron..." por el ojete.
Perdón ustedes. Será mejor quedarse sentada y preparar las clases de mañana.
Buenas noches.

Pita, que calado o tiñas, o da iseñanza, más cantos anos pasaron que mo insinaste, ¡Qué tempos aquiles! Te recordarás cuando ecribiamos con él en aquela louxa, faciamos aquiles munequiños, que tú me decias íste é como teu, encambió este outro é como do teu primo, claro en algo había que pasar o tempo, nahún sean mal pensados istabamos dibuxando co pizarrín os nosos carros, con muñecos dentro.

Aquellas "louxas" eran las pizarras, con su bello marco de madera. Escribíamos y dibujábamos con el pizarrín. Pero... ¿te acuerdas como borrábamos?

Aprezada ex, quéin nos dera de aqueles tempos, como tú béin sabes fumos xuntos o colexo, ahora xa é hora de decerle parte da verdade, me dices si me recordo con que borrabamos, como nahún bou a cordar se decias tú, xuntamos as linguas y assín o facemos más rapido, condena cuanto sabías de aquela. Te recordarás cuando xógabamos a granxa que tú eras a que me ordeñabas, eu tiña aquil pantalahún corto y tú collias a putiña pegado a rodilla, claro ahora ístes que pensarám más foi a ssín, nahún me canso de recordar aquiles tempos, qué infancia más bonita, logo en la adolescencia tú xa tiñas picardia, nahún sei se te recordarás que fumos pra tua casa, depois de tomar aquel caldeiro de leite, le mezclamos auga para que tua nai nahún se dera conta da faena.

Un forte abrazo.