A la
Iglesia se ha de ir de voluntad; a la guerra, de necesidad, y al convite, ni de necesidad ni de voluntad, porque de ordinario se saca de él qué confesar.
Hijos mios no entreis en descalificaciones, dejar que el que saque la espada sera castigado. Al desdichado hace consuelo, sacar su espada para intimidar a los pobres. Razón tengo que dar a "CHICHO" por mandarle el oso maloso, para que que le haga un remiendo en su culo orroroso. Dicho este pecado, que Dios me perdone. Al tonto de la espada
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