A este respetuoso servidor, en este mismo foro, se le conminó hace tiempo a dejar de escribir sobre las ladillas.
Ahora resulta que la considerada autoridad competente, así como el cuadro de mandos más destacado a sus órdenes, no hacen otra cosa que hablar de pulgas.
En consecuencia, y ateniéndome tanto al Código Militar, como al Civil y al Canónico, me veo en la obligación ineludible de presentar la correspondiente queja ante el Tribunal de la Haya por la discriminación sufrida por las ladillas en favor de las pulgas.
No es por discrepar, pero donde estén unas buenas ladillas, que se quiten unas malas pulgas.
Ahora resulta que la considerada autoridad competente, así como el cuadro de mandos más destacado a sus órdenes, no hacen otra cosa que hablar de pulgas.
En consecuencia, y ateniéndome tanto al Código Militar, como al Civil y al Canónico, me veo en la obligación ineludible de presentar la correspondiente queja ante el Tribunal de la Haya por la discriminación sufrida por las ladillas en favor de las pulgas.
No es por discrepar, pero donde estén unas buenas ladillas, que se quiten unas malas pulgas.
Despues de analizar su petición, hemos llegado a la conclusión que su petición es denegada por reunir los suficientes argumentos. Pasaremos las ladillas al oso maloso a ver que tal le sientan. Esta puede ser una solución definitiva, si le hace una bajada al Pulgoso, si tendremos en cuenta su reclamación, siempre y cuando el finstro duodenal le quede en perfecto estado para sentarse al lado de su amo. Y recuerde no hay pulga que por mal no pique.