Ahora más ifantil todavía. Su C. I. no debe alcanzar ni un dígito de dos cifras.
Tal vez, sin embargo, tenga usted sobresaliente una cualidad: ésa que por ahí denominan "cheiragateiras".
El mensaje de los ungüentos, maleducado señor, iba dirigido a la Loca del Tango. No a ningún husmeador.
Antes de escribir sus pueriles relatos, reflexione y utilice al menos dos o tres gramos de inteligencia, cuando aporree las teclas.
Tal vez, sin embargo, tenga usted sobresaliente una cualidad: ésa que por ahí denominan "cheiragateiras".
El mensaje de los ungüentos, maleducado señor, iba dirigido a la Loca del Tango. No a ningún husmeador.
Antes de escribir sus pueriles relatos, reflexione y utilice al menos dos o tres gramos de inteligencia, cuando aporree las teclas.