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A VILAVELLA: Cuando estaba interna en el Colegio de La Medalla Milagrosa,...

Cuando estaba interna en el Colegio de La Medalla Milagrosa, circulaban cuentos y chistes por el patio, por las aulas, por los pasillos y hasta por los dormitorios.
El señor Varela, con el anterior mensaje, me hizo recordar éste, después de tantos años:

El amigo Veinticinco, acompañando al padre José a un convento de monjas de clausura, hubo de disfrazarse de monja para poder entrar.
Como nombre, el padre José dijo que le acompañaba Sor Campana, que era la encargada de repicar las campanas en el convento donde habitualmente profesaba.
Cuando llevaba cuatro horas de clausura, tuvo necesidad de visitar el cuarto de baño. Allí se remangó los hábitos, buscó con gran experiencia sus atributos y, sin temblarle el pulso, acertó con sabia puntería en el hueco del inodoro.
En aquellas estaba el Veinticinco, cuando entró una novicia y, pasmada, preguntó con inocencia:
--Pero... ¿qué es eso, Sor Campana?
-- ¡El badajo, hermana!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Aprezada ex, teño de perdoarte pois sei como eres, claro sí lee ísto el padre Xosé nahún sei que pasaría, de tudas maneiras a min me deste alegría.

Agora el Zé toca a zoca de ferías, nahún le poñan falta.

Un beixo.