Problemas con herencias o la falta de atención de los que emigraron con los que se quedaron en Galicia explican esta otra cara dramática del retorno. También existen casos en los que los parientes de Galicia trabajan y no tienen tiempo suficiente para hacerse cargo de una pareja de ancianos con la salud delicada. En la residencia de O Carballiño se recuerdan muchas historias. Por ejemplo, la de una señora que el pasado año volvió de Brasil. Durante varios días suplicó a los monitores del centro que quería ver a su hermana, residente en A Mezquita. Nadie sabía dónde vivía. Finalmente, con la ayuda municipal, la encontraron, pero estaba impedida. Una vecina era la que la cuidaba. Esta misma señora, en un ejercicio de altruismo, se ofreció a quedarse con las dos ancianas, y la emigrante que vino de Brasil pudo compartir con su hermana dos semanas más.
Cito este caso, porque es de la Mezquita, una pena, pero la vida puede aun ser mas cruel.
No creo que en el mundo pueda quedar emigrantes tan valientes y sufridos como los Gallegos...........
Cito este caso, porque es de la Mezquita, una pena, pero la vida puede aun ser mas cruel.
No creo que en el mundo pueda quedar emigrantes tan valientes y sufridos como los Gallegos...........