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A VILAVELLA: Algún día te comentaré una travesura que ocurrió cuando...

Sinor Pepe: Me quedo coa primeira línea, logo co resto istou de acordo a meias, pois según dice pode ser que los que las axudican que las fazan cumplir, más que nahún axa groxeta, qué quero decer si a un sinor/ra le tocan 2000 anos de carcel, que cumpla sólo un cuarta parte y nahún quero fibrolizar.
Agora qué é da sua vida, fai tempos que nahún aparecia, agora falta a Xusta.

Por favor amigo Ze: No se te ocurra nombrar a la justicia que viene y nos aburre
más de lo que te imaginas. ¡dejala en paz! no despiertes su mal humor y nos castigue aun más de lo que hizo en su momento. Hay que castigarla con el latigo de la indiferencia y rebolcarla en el colchón de la desesperación.
Este amigo Pepe a lo mejor no es el mismo de antes, puede ser otro, o quizas sea primo de Frieres no lo se. Puede ser hermano de ese que a usted no le gusta nombrar y que en invierno se le caen las hojas. Fodase o gaxo.
Saludos amigo

Don Manuel: Le diré, sin temor a equivocarme, de quién es hermano el Carballo. Tiene al menos dos hermanos: la Encina y el Quejigo. Los tres son de muy buena familia, muy arraigada --con raíces muy profundas-- en nuestra querida España.

El sargento llama a todos los soldados en el patio del cuartel y les dice:
- El que tenga una navaja, dé un paso al frente.
Y un soldado dijo:
- Yo tengo una, mi sargento.
Y el sargento dice:
- OK, usted se va a Hawaii por una semana con dos locas, con todos los gastos pagados.
Al siguiente día, el sargento vuelve a preguntar:
- El que tenga una navaja, dé un paso al frente.
Y todos dan un paso al frente y el sargento les dice:
- ¡OK, hoy, todos uds a pelar papas!
- A todo se le puede sacar chiste, incluso a un pobre árbol, hasta mañana Dn. Telesforo.-

Amigo Manuele: El sinor Telesforo presume de nahún ser agresivo, más cuando deixou al que istaba a regar clavado por las orellas, penso que se pasou un bocadito. Fodase co gaxo.

Te faltó recordar también, segador de las Carvajas, mi estrategia cuando hice el curso de árbitros de balompié para evitar de una vez que la barrera se adelantara en las faltas directas.
Les clavé los pies a toda la barrera con puntas del veinticinco, de las que utilizaban los carpinteros para clavar los canteados a las vigas. No se adelantó ni uno, pero me expulsaron del Colegio de Árbitros.
Travesuras de la impetuosa juventud que la vida se encargó de modular, hombre.
Otros han seguido, y seguirán, tropezando en la misma piedra toda una vida.

Algún día te comentaré una travesura que ocurrió cuando yo estaba haciendo el curso de Monitor de Atletismo en la Escuela Nacional de Entrenadores, allá por el año 1974.

Estoy seguro que si le regalo a mi mujer una tabla, la utiliza al mismo tiempo que este trasto y ve la Tv, yo sigo exiliado en la Tv. de la salita.

Un abrazo