A VILAVELLA: A su padre creo que no lo conocí, pero sí a Calé, quien...

A su padre creo que no lo conocí, pero sí a Calé, quien un día me dijo, siendo él un tierno jovenzuelo, que le gustaría mucho parecerse a mí.
Pero el chaval sólo aprendió a desfilar por las instituciones públicas en beneficio propio y siempre con el paso cambiado.
Pobre de aquel municipio al que le toque ser gobernado por uno del Pelotón de los Torpes.
Adiós, que llegó el Toque de Fajina.