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A VILAVELLA: Me ahorro la palmada, buen hombre, si usted lo prefiere...

Cuenta la leyenda que en el lugar portugués de Barcelos fue acusado un peregrino del delito de robo, por lo que iban a pasarlo por la horca.
El peregrino pidió clemencia al juez, mientras éste estaba saboreando con fruición un gallo recién cocinado.
Sin dejar de tragar tajadas, el juez le negó la clemencia.
Entonces el peregrino vaticinó que, ante la injusticia que se iba a cometer, aquel gallo tan bien saboreado cantaría.
¡Y vaya si cantó! O por lo menos, eso dice la leyenda...
Muerto, desplumado, bien cocinado y magistralmente devorado por el juez, el gallo cantó desde las profundidades de aquel aparato digestivo, y entonces el juez reconoció su error.
Salvado el inculpado, el mismo esculpió un gallo en un cruceiro. Esta parte de la historia es la más real, ya que tal cruceiro existe.
El caso es que ese gallo es conocido en todo el mundo como el Gallo de Barcelos, y es muy fácil de encontrar en cualquier tienda de souvenirs en Portugal.
Señor O Galo Desplumado, si no lo tiene todavía, cómprese uno, y siga usted tan feliz como hasta la fecha.
Una cordial palmada en la espalda.

Sr. Telesforo: Ahorrese la palmadita, tengo que decirle que usted esta nervioso por la La Sra Pita Moñuda y es normal yo soy un gallo fuerte y vistoso, encambio usted ya esta para el arrastre. En Portugal puede encontrar unos militares con corneta y si le tira de una cuerda le sale algo por la petrina en forma de pene, por cierto muy duro. Cosa que usted ya casi no se acuerda. Sera un fracaso su unión con la Pita porque ella es muy caliente y usted no sera capaz de apagar ese fuego. Le saldran unos bultos en la cabeza........ Marchando ar

Me ahorro la palmada, buen hombre, si usted lo prefiere así.
Eso de la cuerda y el sorprendente don Cipote lo he visto muchas veces en Portugal, sí; pero el muñeco es un fraile, no un militar.
Yo estoy para el arrastre, si usted lo dice. Esta misma mañana, mientras usted me escribía este pequeño relato, que le agradezco profundamente, yo corría 10 km en 50 minutos, como cada día que el tiempo me lo permite, entre Valverde del Fresno y San Martín de Trevejo.
Por lo que se refiere a mi aguja percutora, ésta, limpia y reluciente, está divinamente conservada, tanto para mi Pitita, como para otras aventurillas que aún van saliendo por ahí de vez en cuando, que uno está para servir.
Un cordial saludo, siempre que esté usted dispuesto a admitirlo.
Gracias.