Veo que algún señor tiene discrepancias con mi persona, creo que está en su derecho, entiendo su manera de ser, no tanto su vocabulario, aunque éstos en otros momentos son los más simpáticos, a mí me han enseñado a respetar las personas mayores, pero a veces me cuesta trabajo no contestarles, porque no me gustan los climas de crispación, así que me voy con la bici a otra parte, ustedes sígan con el humor que les carecteriza, les siguire leyendo, aunque no participe. Chao, chao...