Iban de la mano. Sus sotanas se confundían en un negro revoltijo. El Padre Moisés, el Cura Rodolfo y Don José exclamaban en un trío armonioso sembrado de arpegios celestiales:
-- ¡Juramos por la salud de nuestros hijos que jamás hemos pecado!
-- ¡Juramos por la salud de nuestros hijos que jamás hemos pecado!
Aprezado Telesforo, según el padre Xosé téin un bocadito de razahún, más como decía el otro el que esté libre de pecado nahún debe ser humano, logo me dice que nahún debía meterlos a tudos no mesmo saco, pois algunos téin pouco de padres y menos de madres. Fodase co gaxo.