A VILAVELLA: Apreciadae ex, que alegría ver que te lembras dos nosos...

Hay que ver para creer, el Varela y el aportuguesado dandose seguido el plácet el uno al otro... ¿no se daran por otro sitio también?

Si fuera asi, que problema tiene usted... o solo pueden usted y Ofrieres...

Nosotros tenemos hotel, somos higiénicos, no hacemos como usted y el portugués que se van a la zureira.

Apreciado Quevedo, nahún debía divulgar isas coisas, claro que eu sin querer fun testimuña, como o sinor acredita, es un bon hotel donde estaban usted más el frieirés. Ahí que o sinor o dixo eu vou contra como aconteceo a coisa eu ia a acompañar o padre José que ia del oftalmólogo con un ollo tapado con esparadrapo, foi cuando o padre o xegar á habitación sacando el mencionado esparadrapo dixo repetidas veces que veo, que veo, totale foi cuando o sinor entendió por su nome y salió de la habitación pensando que le llamaban, como que detrás venía él frieirés deciendo -Como más deixas desgraciadado.
Más teña por seguro que sé ó sinor nahún contra eu ficaba calado.

SR. 252525 usted es verdad que vino acompañado al hotel, pero solo cuenta lo qué le conviene en algunas cosas, ya que el que le acompañaba ese día con el esparadrapo en el ojo no era el padre José... era el Sr. Varela que venía herido de estar en el lecho que tienen en común los dos en la Zureira.

Ni prometas al niño el bollo ni al viejo el coño.
Para ser puta y no ganar nada prefiero ser honrada.
Yo y el Sr 2525 nos une una pasion de hace muchos años.
Le conoci en Portugal y en las Carvallas fuimos muy felices hasta que aparecio la Pita Moñuda y se rindio a sus olorosas bragas.
El que andar se menea y al mirar sus ojos mece, yo no diré
que lo sea, pero si que lo parece.
Y que quede claro no era Varela el del hotel era yo vestido de lagartelana.

Zé y yo misma fuimos compañeros, sí; pero sólo siendo tiernos infantes, en la escuela de Moimenta. Nuestros juegos eran, por consiguiente, totalmente inocentes e inocuos.
Pero a mis siete años, mi madre se casó con el sargento de Lubián y me trasladaron a ese pueblo, en el que tuve una infancia muy feliz.
Fue en ese maravilloso lugar donde volví a reencontrarme con el "segador de palhas cumpridas" diez años después, enamorándome de sus patillas y de los rescoldos de nuestra infancia. No volveré a describir nuestro sorprendente y pasional reencuentro para no herir las inmaculadas sensibilidades que fluyen en este Foro.
Mi relación con nuestro 252525 fue un sarampión juvenil que no pudo prosperar: mis padres me trasladaron a Salamanca, cercenando de cuajo aquel dulce amor.

Contrasta esta relación con la de Telesforo, en el ocaso de nuestras vidas.
La noche era cálida, de primavera, y allí estaba yo, sentada a su lado, desnuda, a las dos de la madrugada, con el aire frío de las montañas sustituido por las cálidas ráfagas del desierto.
Allí, en aquella playa solitaria, consumamos lánguidamente el amor. Sin prisas. En el mejor momento de tan noble acto, él me propuso abrir mi feminidad con sus manos toscas de agarrar fusiles, y alentar por ella hasta alcanzarme el alma. Fue el primer orgasmo conocido a su lado.
Desde entonces su pequeña aguja percutora sólo fue usada para su auténtica función. Romerales funciona mejor a hélice.

Apreciadae ex, que alegría ver que te lembras dos nosos xogos de garotos. Más xa tíñamos certa picardía, nahún sei se te lembrarás cuando te mandaba mirar por a xinela mentras tanto eu te miraba as cluecas, qué tempos aquiles, pra ver el cu había que tirar as cluecas emcabio agora para ver las mencionadas a que hacer al revés, bein de tudas maneiras penso que bonito, quién nos diera de aquiles tempos, me recordo de aquela fouce que tanta palla cortei.
Lembrnzas para Tilisforo y tú rece un forte abrazo con sabor a palla coma os que nos dabamos na palleira.