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A VILAVELLA: A ver, señor Carbajo: mucho mejor que se dirija usted...

Varios son los curas, con tonsura o sin ella, que dicen pasearse por este foro. Algunos de frente, y otros de la mano de Zé de Las Carvajas.
No sabemos si se trata de curas obreros, si bien vemos cuánto trabajan con las teclas.
El cura obrero fue la especie más aborrecida por los ministros del Régimen. Había en aquellos remotos tiempos del General superlativo veintitrés mil sacerdotes con sueldo del Estado.
--Pero de todos ellos --se consolaban aquellos ministros-- no llegan a mil los subversivos.
Eso decía el informe de los Servicios Secretos. Pero también decía que los curas obreros gozaban de una tremenda influencia social. Eran unos verdaderos agitadores sociales, amparados además en la doctrina evangélica emanada del Concilio Vaticano II.
Esos curas, obreros o no, fueron una pesadilla para el Régimen. Desde el cardenal Tarancón hasta el último de los sacerdotes obreros, sin olvidar aquellos que se involucraron en los nacionalismos. Hubo hasta un prelado que ya manifestaba por entonces:
--Las putas y los maricones también tienen derecho a entrar en el Reino de los Cielos.
Este cura también aconsejaba a las parejas de jóvenes que se casaban en su parroquia:
--Eso de "los hijos que Dios nos dé" debe ser desterrado y sustituido por lo que vosotros responsablemente decidáis. Porque Dios nos manda la lluvia a través de la naturaleza, pero también permite que se fabriquen y se usen los paraguas.
Aunque no todos esos curas pasaron por Carabanchel, muchos de ellos vivieron largas temporadas en la cárcel para clérigos que, aunque parezca increíble, había creado el Régimen en Zamora.
Ellos contribuyeron a desactivar aquel rancio nacionalcatolicismo.
Recemos pues la más breve de las oraciones en acción de gracias para aquellos curas.

Dn Telesforo: Non me queda por menos que darlle os meus parabéns polo seu coñecemento da nosa historia é póla lección que nos acaba de dar que como oficial que foi bostede no exército durante tantos anos na academia militar é na legión, donde parece ser que impartío clases os reclutas... pra polos o dia... nos temas creo que de obuses é morteros... perdon de artilleria en xeral... aunque a lección mais ben pareceu dun capitan castrense.

A SUS ORDENES MI CAPITAN.

A ver, señor Carbajo: mucho mejor que se dirija usted a esta humilde persona, jubilada y pensionista, con el nombre de pila, dado que no parece usted tener un gran dominio de las divisas y graduaciones militares. Tan pronto me asciende a coronel, como me degrada a capitán y hasta me pone sotana.
Suyo afectivo.
Teófilo a secas, o Romerales con un vaso de Protos.